El proceso de fermentación del ensilado es una batalla entre microorganismos “buenos” y “malos”. Los microorganismos “buenos” incluyen las bacterias ácido lácticas (BAL), que se encuentran de forma natural en los cultivos y se añaden en forma de inoculantes de forraje. Por otro lado, existen microorganismos comunes que pueden afectar negativamente la calidad del ensilado, como los siguientes:
- Acetobacterias
- Bacilos
- Bacilos
- Bacterias Clostridium
- Enterobacterias
- Bacterias Listeria
- Moho
- Levaduras
Acetobacterias
Las acetobacterias son bacterias tolerantes a los ácidos. Estas pueden causar descomposición, y son una preocupación particular en los ensilados de planta entera de maíz y otros cereales.
Las acetobacterias requieren de aire para sobrevivir. Las prácticas de manejo de ensilado que reducen la entrada de aire limitan su oportunidad de crecimiento.
Bacilos
Los bacilos fermentan una amplia gama de carbohidratos y los convierten en ácidos orgánicos y etanol. El crecimiento de los bacilos puede retardar la caída del pH, necesaria para producir ensilado de alta calidad. Además, el crecimiento de bacilos puede causar descomposición en la etapa de salida.
Para reducir el crecimiento de bacilos, limite el calentamiento del ensilado y reduzca la entrada de aire a través de un sistema de buenas prácticas de:
- Compactación
- Cobertura
- Sellado
- Técnicas de suministro
Bacterias butíricas
Las bacterias butíricas están presentes en la tierra y pueden contaminar el ensilado cuando se recoge parte del suelo con el forraje al momento de la cosecha. Las bacterias butíricas pueden contaminar la leche de las explotaciones lecheras. Durante la producción de queso, las bacterias butíricas pueden causar la producción de gas que puede hacer que las ruedas de queso exploten.
En los primeros días del proceso de ensilado, algunas especies de bacterias butíricas pueden crecer tan rápido como las BAL responsables de la acidificación del forraje. Una vez que el ensilado alcanza un pH bajo, las bacterias butíricas se tornan inactivas hasta que encuentran condiciones de crecimiento favorables.
El crecimiento de las bacterias butíricas se ve favorecido por una alta temperatura en el forraje, una baja materia seca (MS), un bajo nivel de carbohidratos solubles en agua y una alta capacidad de amortiguación. Si el ensilado no se estabiliza, la actividad butírica causa una segunda fermentación, que puede provocar un aumento del pH y el
calentamiento del ensilado.
Bacterias Clostridium
Los clostridios perjudican la calidad del ensilado de varias maneras. La fermentación clostridial es un problema común en la producción de ensilado. Para más información, vaya a la sección sobre fermentación clostridial.
Enterobacterias
Las enterobacterias compiten con las BAL por los azúcares, y pueden degradar las proteínas. Esto reduce la calidad del ensilado y puede producir compuestos tóxicos. El crecimiento de enterobacterias puede retardar la caída del pH, necesaria para producir ensilado de alta calidad.
Las enterobacterias no proliferan en un pH bajo. Para reducir su crecimiento, asegúrese de lograr una caída rápida y eficaz del pH en el forraje.
Bacterias Listeria
Las bacterias Listeria moncytogenes viven casi en cualquier lugar en la tierra, pastos, montones de estiércol o ensilado. Crecen en presencia de oxígeno a un pH superior a 5,5 y no pueden sobrevivir cuando el pH está debajo de ese valor, lo que las hace menos preocupantes en los forrajes bien ensilados y manejados.
Cuando se ingieren, estas bacterias pueden causar listeriosis, una enfermedad común en rumiantes, cerdos, perros, gatos, algunos animales salvajes y los humanos. La listeriosis causa problemas neurológicos y puede causar muertes, abortos, disminución de la ingesta de alimentos y diarrea.
La creación de un ambiente de ensilado con bajo pH es fundamental para controlar estas bacterias.
Moho
Los mohos se desarrollan en los ensilados que contiene oxígeno. Esto es común en las capas superficiales del ensilado, pero toda la estructura del ensilado estará en riesgo de presentar moho y por lo tanto de descomponerse si hay oxígeno presente. La proliferación de moho es un factor de riesgo para la descomposición y la reducción del valor del alimento, y puede ser un riesgo de salud cuando genera micotoxinas are present.
Los mohos específicos a menudo se pueden identificar por el color de su crecimiento.
Para reducir la oportunidad de crecimiento de moho, limite el oxígeno a través de técnicas adecuadas de:
- Compactación
- Cobertura
- Sellado
- Suministro
Levaduras
Las levaduras están presentes de forma natural en todos los cultivos forrajeros. El ensilado de maíz, los ensilados de cereales y el HMC pueden tener altas poblaciones de levaduras autóctonas porque las levaduras crecen mejor en forrajes que contienen almidón y azúcares solubles.
El crecimiento rápido de las levaduras en un corto período de tiempo causa inestabilidad aeróbica y puede causar el calentamiento del ensilado. Las levaduras pueden multiplicarse durante los primeros días después de la cosecha, antes de que se consuma todo el oxígeno del alimento ensilado. Además, el cultivo puede fermentar bien y alcanzar un pH bajo, solo para calentarse rápidamente y deteriorarse a la salida cuando las levaduras inactivas vuelven a estar expuestas al aire (oxígeno).
Para limitar el crecimiento de levaduras::
- Coseche los cultivos en el nivel de madurez apropiado
- Implemente prácticas de gestión del ensilado que limiten y excluyan la entrada de oxígeno en la estructura de almacenamiento
- Utilice inoculantes de forraje que ayuden a inhibir el crecimiento de las levaduras